Bueno, a estas alturas de curso es
necesario hacer un repaso a todo lo visto durante la asignatura para clarificar
nuestros conocimientos y hacer una comparación de lo que sabíamos antes en
relación a lo que sabemos ahora; ideas clave que han transformado mi manera de
ver las cosas.
La literatura es aquello que engloba todo lo referente a la evolución
de la expresión de diferentes géneros.
En primer lugar, quiero hacer
mención a dos conceptos que vimos el primer día de clase de los cuales por lo
visto, no tenía claro el significado. Estos dos conceptos son “libro” y “cuento”. El libro es lo físico, lo que contiene al cuento, es lo
que se puede ver. El cuento es la historia que se transmite. Por decirlo de
alguna forma, el libro es el continente y el cuento el contenido.
La literatura de autor está dividida en tres partes: por un lado nos
encontramos con los textos no literarios,
los literarios, que han sido creados
y pensados para el disfrute, y por último los paraliterarios, que son creaciones didácticas enfocadas al aumento
de conocimiento de sus lectores.
La literatura folclórica no estaba escrita, se transmitía por el “boca
a boca” a través de los juglares de las ciudades, fue escrita a posteriori. Por
esta razón, podemos encontrar versiones muy diferentes de historias o canciones
que se han ido transformando a lo lago de los años por las personas que las
iban transmitiendo. Las tres características fundamentales del folclore son el anonimato (los autores de estas obras
son las personas que lo han ido transmitiendo hasta nuestros días), la oralidad (se transmiten oralmente) y
la multiplicidad de variantes debido
a su transmisión vertical (de generación en generación) y horizontal (en el
mismo tiempo en distintos sitios).
La tradición oral es la historia de
un pueblo, por eso es muy importante que no se pierda.
Los cuentos folclóricos no pueden
considerarse literatura para niños originalmente, sino literatura “de grupo” o
de “familia” ya que su transmisión es entre los miembros de la familia o en
pequeños grupos de amigos. La función
de estos cuentos es únicamente lúdica.
En relación a mi futuro
profesional, he de saber que la incorporación de la literatura oral tradicional
a la escuela supone hacer que el niño viva la palabra que ha perdurado durante
generaciones, llenarlo de afectividad de la comunidad de tú a tú e incorporarlo
a su cultura o a culturas ancestrales. Para impulsar este sentimiento, podemos
contar cuentos folclóricos a los niños y ambientarlo de forma que se metan en
la época correspondiente, hacer como si los maestros fuésemos juglares. Hemos
de saber que los textos folclóricos son para contar y cantar; los textos de
autor, para leer.
Dentro de los textos folclóricos en
prosa, podemos encontrar la fábula. No debemos confundir la “moraleja” de las fábulas con la “enseñanza moral”. La moraleja viene
definida al final de la fábula, la enseñanza moral puede encontrarse en
diversos lugares de la historia y cada uno lo puede interpretar a su manera.
Las moralejas no eran comunes en la literatura folclórica ya que su principal
objetivo, como ya hemos dicho antes, era lúdico y no moralizante.
Como maestra, he de tener fe en los
niños. No es necesario que les explique los cuentos ni que los moralice, la
magia del folclore es precisamente esa, dejar volar la imaginación y las ideas
de cada uno; no debe ser una enseñanza práctica. Después de contarles los
cuentos sí podemos hacer preguntas para reflexionar, pero nunca debemos
decirles lo que tienen que pensar.
Respecto al teatro folclórico infantil, suele añadir al papel de divertir el de
educar. Los teatros de títeres representan obras heroicas tradicionales o
tragedias domésticas mientras que un narrador cuenta la historia. Hoy en día,
los títeres parecen ser un espectáculo únicamente para los niños.
Antiguamente, las marionetas
también servían para representar escenas de la Biblia, para transmitir las
hazañas de esta a las personas que no sabían leer al igual que los “Belenes
vivientes” y las procesiones.
En relación con el uso de títeres y
marionetas dentro del aula, podemos decir que es un recurso didáctico altamente
positivo que favorece la interiorización de argumentos, de conceptos y de
vocabulario y, además, es una actividad que ha motivado siempre a los
estudiantes.
Por medio del folclore en verso, el niño aprende a simbolizar, se introduce en
las normas y reglas de socialización, recrea el lenguaje… La literatura
infantil debe ser como un juguete que divierta y deleite. Es un auxiliar
imprescindible en el aula.
La poesía fomenta la memoria, el
sentimiento y la afectividad, rompe esquemas y convecciones, desarrolla la
espontaneidad y la originalidad, presenta una visión menos práctica de la
realidad, educa al gusto y permite dejar volar libremente la fantasía y la
creatividad, bases del pensamiento divergente.
Los cuentos folclóricos los podemos dividir en cuatro categorías:
mitos, cuentos de animales, cuentos de fórmula, cuentos de hadas o cuentos
maravillosos. En estos últimos, se engloban todos los cuentos que aparece un
personaje sobrenatural y según la morfología del cuento Propp, todos responden
a una misma estructuración y todos pueden analizarse según los papeles de los
personajes, las acciones que realizan a lo largo de la historia y las
funciones.
Una de las muchas cosas que no
sabía es que las fórmulas de introducción de los cuentos servían para invocar a
las fuerzas positivas de la naturaleza, y las de cierre tenían carácter de
conjuro y exorcismo para cerrar el círculo de la narración.
Los motivos de los cuentos podríamos definirlos como “lugares comunes”
básicos y universales de los cuentos; elementos que tienen la capacidad de
persistir en la tradición y que se repiten de unos cuentos a otros. En cada
cuento puede aparecer uno o varios motivos.
Uno de ellos que me llamó mucho la
atención y que estuvimos comentando en clase fue el del reino de los muertos o
el reino de las hadas. Antiguamente se creía que si tu bebé estaba de un
determinado color (posiblemente porque estuviera enfermo) era porque las hadas
se lo habían llevado y habían puesto en su lugar un bebé hada al que la madre
maltrataba para que las hadas le devolvieran a su verdadero bebé.
Perrault fue un autor de este tipo de cuentos que pretendía juntar lo
moral con lo humorístico. Pensaba que la enseñanza moral era imprescindible (no
la moraleja).
De los demás autores de cuentos,
podemos destacar a los hermanos Grimm.
Eran historiadores muy precisos a la hora de redactar los cuentos y muy
respetuosos con las tradiciones populares. El objetivo original que perseguían
era el de devolver al pueblo alemán su lengua, su gramática, su historia y su
léxico. Hans Christian Andersen escribe cuentos tomando prestados
personajes y argumentos del mundo de la leyenda, de la historia o de la vida.
Sus relatos están marcados por muchos elementos personales y una extrema y
delicada sensibilidad. No adapta los cuentos, sino que los reescribe. Respecto
a los primeros recopiladores españoles de textos tradicionales, son los
elaboradores de cancioneros y romanceros como por ejemplo el poema del “Mio
Cid”. Fernán Caballero recopiló y
adaptó cuentos populares infantiles y publicó textos folclóricos tanto en verso
como en prosa. Saturnino Calleja fundó
el primer mercado español del libro infantil al alcance de todos.
Centrándonos en la psicología en
cuanto al desarrollo mental del hombre,
según Vygotsky este tiene su origen
en la comunicación verbal entre el niño y el adulto. De esta forma se remarca
no solo la importancia de los temas sino también la del medio oral que hay que
conservar y desarrollar.
El interés pedagógico de los cuentos para Rodari surge en que estimula
la fantasía y la imaginación de los niños. De la misma forma, los cuentos
populares de cada país transmiten una serie de conocimientos, de maneras de ser
y de pensar propias de la gente de cada tierra.
El interés psicológico de los
relatos orales infantiles es que estos ayudan a los niños a conocerse y a
explicar el mundo. Los cuentos de hadas, al ofrecer a la imaginación del niño
nuevas dimensiones a las que sería imposible llegar por sí solo, tendrían un
valor inestimable. (Bettelheim)
Hoy en día, la capacidad de crear
de los niños se está viendo muy afectada ya que no les damos la posibilidad de
pensar sino que se los damos todo hecho. Respecto a los cuentos, en muchas
ocasiones trastocamos las historias cambiando los finales o los argumentos
haciéndolos con un estilo “más adecuado” haciendo de la literatura un
entretenimiento que no aporta nada nuevo.
Debemos reivindicar el valor de los cuentos orales como
recurso lúdico y pedagógico y hacer de la literatura un mundo mágico donde no
exista la obligatoriedad, sino la voluntad por descubrir nuevos mundos.
Respecto al aula, hemos de recordar
que los cuentos folclóricos no deben
censurarse ni reducirse con la excusa de que el niño no va a entenderlos,
Podemos hacer un trabajo de selección y adaptación, como hicimos en la
actividad del cuento de “El hombre con la piel de oso”. El cuento-fórum es un
recurso indispensable para trabajar después de la narración.
A partir de los trabajos de
Bettelheim, Propp (mencionados anteriormente), y otros folcloristas, sabemos
que el esquema básico del cuento
maravilloso describe el paso de la infancia a la edad adulta; es lo que se
llama el viaje iniciático. Algunos
lo conseguirán con mayor o menor ayuda, otros se quedarán en el camino. El
matrimonio, uno de los finales más comunes de estos relatos, simboliza el haber
superado las pruebas, encontrar un compañero de viaje y crear un nuevo núcleo familiar.
A la hora del cuento, debemos tener muy presente que nosotros somos los
juglares de los libros, la voz que estos utilizan para llegar a aquellos que
todavía no saben leer; por eso, es muy importante que creemos un clima adecuado
en el aula. La literatura infantil debe disfrutarse por sí misma. Los momentos
más apropiados para narrarles los cuentos a los niños se presentan por sí
solos, tenemos que saber reconocerlos y aprovecharlos (como hacía nuestra
profesora de esta asignatura con nosotros cuando nos contaba cuentos).
La narración de una historia sólo
sirve para valorar la historia y asimilar los elementos esenciales del
contenido. Por lo tanto, las preguntas que hagamos a los niños deben actuar
como reflexiones de lo contado.
En esta asignatura también he
aprendido la diferencia entre cuentacuentos, narración con libro y lectura con
libro.
En el cuentacuentos, el narrador es un indispensable agente socializador.
Debe desempeñar su papel cumpliendo una serie de condiciones que harán de su
relato una entrega artística. El estado de ánimo, el eco que se encuentra en el
auditorio, lo imponderable, lo imprevisto, se encargarán de otorgarle un matiz
diferente; nunca contará, aún proponiéndoselo, el mismo relato punto por punto.
En educación infantil, el maestro
debe estudiar un puñado de cuentos cada año y llegará así a poseer un
repertorio que no permitirá que le sorprendan desprevenido a la hora del
cuento.
En una época en que se pone el
énfasis en la imagen, en la que lo visual se utiliza como medio de
comunicación, en la que el lenguaje se reduce a sus estructuras más simples,
perdiendo colorido y emoción, la narración puede ser un medio de revitalizarlo
y elevarlo a la categoría de verdadero complemento de lo visual.
La narración con libro consiste en contar un cuento con el libro
continente del cuento como apoyo visual para ver los dibujos. La técnica de
narración con libro es muy parecida a la del cuentacuentos porque en realidad
no se lee, sino que se cuenta pero con apoyo de las imágenes. Para este tipo de
narraciones, los maestros normalmente utilizan libros grandes con ilustraciones
llamativas y de un tamaña suficiente para que puedan verlas todos los niños.
La narración dramatizada es un
recurso muy valioso que podemos utilizar en la narración con libro. Puede
realizarse de dos maneras: todos los niños representan a todos los personajes o
se reparten los papeles entre varios niños.
La lectura de un libro tiene una función social de información. Los
cuentos para niños de educación infantil son un ejemplo del tipo de texto para
ser leído en voz alta por la familia o los maestros.
En el tema cuatro de los apuntes de
Literatura, se habla de la creación
literaria por y para los alumnos de infantil. El argumento de esta
creación, debe ser cercano a los niños y tiene que responder a sus intereses y
necesidades. La estructura debe ser sencilla, lineal y reiterativa. Los
personajes deben permitir que el niño se identifique con ellos además de
aportar los elementos mágicos. El lenguaje debe ser adecuado a la edad.
El principal problema del maestro
en la creación con niños es que los niños en educación infantil no saben
escribir; por ello el maestro tiene que actuar como transcriptor de lo que van
diciendo.
Podemos encontrar tres tipos de
creaciones: prosa, verso y dramática.
Dentro de la creación en prosa podemos encontrar técnicas como el binomio
fantástico (Gianni Rodari) que consiste en a partir de dos palabras sin
relación aparente, se inventa una historia) y la hipótesis absurda (se inventan hipótesis absurdas y se hace la
historia correspondiente).
La creación en verso no tiene que tener obligatoriamente rima y esto
libera el verso para llenarlo de verdadera función poética a partir de recursos
literarios.
La creación dramática es mejor crearla con los niños para que todos
puedan participar y representar una pequeña obrita de teatro.
Respecto a la creación de estos
libros, lo más importante que he aprendido es que deben ser sencillos a la hora
de realizarlos; no nos podemos complicar mucho la vida porque entonces eso hará
que no nos apetezca hacerlos. Es muy importante también el tema de la
seguridad, que no tengan esquinas puntiagudas o elementos que los niños se
puedan tragar.
La biblioteca dentro del aula es un elemento indispensable. El espacio
en el que ésta se encuentre debe ser un rincón de lectura ambientado y cargado
de atractivo para los niños. Los libros del rincón de lectura son seleccionados
meticulosamente por la maestra y deben estar situados de manera que puedan
acceder a ellos los niños en cualquier momento. Es muy importante dejar un
tiempo en el aula para que los niños tengan la oportunidad de disfrutar con los
libros. Las maestras somos agentes muy importantes ya que tenemos que motivar a
los niños a acercarse a la lectura.
El rincón de lectura debe ser un
espacio amplio en el que todos los niños tengan un ángulo de visión respecto a
la maestra. Es muy importante que este rincón cuente con luz natural. En
nuestra biblioteca debe haber todo tipo de libros (paraliterarios y literarios).
Pues bien, este ha sido un repaso
de lo más importante visto a lo largo de toda la asignatura de Literatura Infantil.
He de decir que no me la imaginaba así ni mucho menos; me han gustado un montón
todas las actividades que hemos realizado (entradas anteriores del blog) y he
disfrutado con las clases presenciales.
Por otra parte me gustaría recalcar
el método del blog-portafolios que hemos seguido a lo largo de la asignatura.
Lo que más me ha gustado de esta metodología es que hemos podido aprender unos
de otros gracias a los comentarios que nos hemos ido haciendo y además, hemos
podido autocorregirnos creando nuevas entradas en nuestro blog.
Espero que hayáis disfrutado con
él,
¡Hasta pronto!
Bibliografía
Apuntes de literatura (Irune Labajo)
www.eumwd.net
https://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_infantil
Perfecto.
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